lunes, 7 de noviembre de 2011

TIC Y EDUCACIÓN

En la actualidad existe un reconocimiento del papel central que la educación desempeña en los procesos de desarrollo. La educación deja de ser entendida como una mera “consecuencia” del crecimiento económico para ser concebido como una de las fuentes del proceso de desarrollo que impacta tanto en sus aspectos sociales y políticos como en aquellos estrictamente económicos.

En la concepción de la educación como fuente del desarrollo ésta se enfrenta a nuevos desafíos: entre otros, expandir y renovar permanentemente el conocimiento, dar acceso universal a la información y promover la capacidad de comunicación entre individuos y grupos sociales. Las políticas educacionales que implican la incorporación de las TIC en los establecimientos educacionales – y su utilización efectiva, tanto en los procesos de enseñanza/aprendizaje como en la organización de la tarea docente – son una forma de dar respuesta a estos desafíos. Por lo tanto, no son una simple moda o una mera sofisticación sino que responden a las necesidades de desarrollo de los países y de inserción en el mundo globalizado.

DIFICULTADES

“Las nuevas tecnologías no fueron concebidas para la educación; no aparecen naturalmente en los sistemas de enseñanza; no son demandadas por la comunidad docente; no se adaptan fácilmente al uso pedagógico”. Esto plantea uno de los problemas claves de la relación entre las políticas de educación y las TIC: la dificultad de “implantar” a la educación elementos que le son extraños, que no surgen ni se desarrollan dentro de los sistemas educativos y, por tanto, que no se instalan en ellos de manera “natural”.

La exterioridad de la demanda hace que la incorporación de las TIC a la educación resulte ser un proceso altamente dificultoso. En este proceso de “afuera” hacia “adentro” del sistema educacional, la dimensión temporal es clave: los cambios generados por la incorporación de las TIC a la educación no son inmediatos ni fáciles de identificar. Se trata de un proceso complejo que sólo da frutos del mediano a largo plazo.

En algunos casos, la noción de “TICs en la educación” produce confusión, pues hay quienes usan el término para referirse al modo en que los estudiantes aprenden a usar las TIC (porque esa es una habilidad que demanda el mercado laboral en la actualidad) mientras otros lo usan para referirse a la educación “tradicional” a través de las TIC, que sería el campo del “e-learning” y la educación a distancia a través de tecnologías de la comunicación.

Pero se trata de dos lógicas complementarias donde la lógica de aprender con la tecnología, que es el objetivo central del proceso de informatización de las escuelas, presupone un cierto conocimiento de la tecnología y sus códigos. En este tema, es importante distinguir entre:

a) los cursos de “computación y tecnología” diseñados para enseñar a los estudiantes a usar computadores y otras tecnologías;

b) “e-learning” que son cursos o programas educativos para cualquier área de estudio que son entregados por medios electrónicos, y;

c) áreas relacionadas con las TIC, que incluye campos varios como la ciencia de la computación, la ingeniería computacional, informática, desarrollo de sistemas y programas, etc. que son áreas referidas principalmente a los aspectos técnicos de las TIC.



VENTAJAS DE USO DE LAS TIC EN EDUCACIÓN

La literatura acerca de las TIC tiende a presentarlas como un gran factor igualador de oportunidades de la población. Según algunos autores esta potencialidad incluye oportunidades para acceder a materiales de alta calidad desde sitios remotos; aprender independientemente de la localización física de los sujetos; acceder a un aprendizaje interactivo y a propuestas de aprendizaje flexibles; reducir la presencia física para acceder a situaciones de aprendizaje; desarrollar servicios para el aprendizaje que permitan superar la situación de acceso limitado a la información que tienen principalmente los países pobres; generar mejor información sobre los progresos, preferencias y capacidad de los aprendizajes, posibilidad de evaluar y certificar los aprendizajes on-line y usar las TIC para incrementar la eficiencia, el mejoramiento del servicio y la reducción de costos. Pero además de democratizadoras, las TIC también incrementarían los niveles educativos debido a los cambios que generarían en los procesos y estrategias didácticas-pedagógicas implementadas por los docentes, en la promoción de experiencias de aprendizaje más creativas y diversas y en la posibilidad de propiciar un aprendizaje independiente y permanente de acuerdo a las necesidades de los sujetos.

Es importante plantear una visión social de las TIC en un momento en que estas reciben creciente atención de los gobiernos, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil. De acuerdo a esta visión, las TIC no son una solución mágica a los problemas del desarrollo sino que son herramientas que pueden aumentar o bien disminuir las desigualdades (sociales, económicas) existentes. Es decir, las TIC no son inherentemente beneficiosas para los procesos de desarrollo. Sin embargo, es evidente que las TIC han llegado para quedarse y, por tanto, se requiere de una visión que las ponga al servicio del desarrollo humano. Al respecto, se ha planteado que una visión social de las TIC supone cuatro elementos centrales:

a) ir más allá de la conectividad (lo que requiere acceso equitativo, uso significativo y apropiación social); 

b) promover ambientes habilitadores (lo que requiere integrar las TIC en las prácticas sociales existentes, utilizarlas como parte de una visión estratégica de la comunicación, incluirlas en programas que promuevan la participación social y en un marco ético de solidaridad);

c) minimizar las amenazas y posibles consecuencias negativas de las TIC (tales como la profundización de las desigualdades, la homogenización de la cultura, la parálisis de los individuos y las organizaciones producto de la saturación de información y el aislamiento de los individuos de su “mundo real”); y,

d) maximizar los resultados positivos de las TIC (tales como la participación en un mundo más amplio y la participación en nuevas formas de trabajo colaborativo).